Caminaban con una lata en la mochila cada uno, Omar la había tomado del taller
de su papá, creía que no lo notaría, solo una lata de pintura en aerosol negra
-Y medio vacía- se dijo así mismo y la cogió. Javier la había robado de la ferretería,
salió corriendo y llego a casa de su amigo.
-Buenos días Javi- saludo Hilda, la madre de Omar, Javi contestó y
espero a que su amigo saliera. Tomaron sus patinetas, caminaron por la calle
Gila y dieron vuelta en la Rayón. Patinaron hasta la Santiago blancas y de
nuevo tomaron sus patinetas con la mano.
Caminaban con las patinetas al costado. hacia demasiado calor. el sol en
su punto máximo sobre el cielo un día despejado, nada de nubes a la vista. nada
de comida en el estómago.
desde su primera semana en la secundaria habían conectado. se hizo una
amistad con clic inmediato. y dos años después, ahora en el tercer grado eran
inseparables. aunque de familias distintas, Javier vivía solo con su madre, su
padre los había abandonado y jamás lo conoció, el padrastro, aunque siempre
mostraba una sonrisa cuando lo llegaba a ver, era un golpeador, la madre de
Javier trataba de ocultarlo "este moretón me lo hice en el
trabajo" "este no es un rasguño, me salió alergia por el sol"
"ten cuidado cuando bajes las escaleras Omar, mira me pegué en la cara por
descuidada". -Una explicación no pedida, es una acusación manifiesta-
pensaba Omar, pero no decía nada, la señora siempre lo trató bien, él siempre
la veía con los ojos lloros y parecía que ella descansaba cuando su hijo salía
a divertirse con él. había problemas en esa familia. problemas que fueron
creciendo y después era Javier quien llegaba con moretones a la escuela. el ojo
morado y con cientos de escusas para justificar el porte desalineado y las
marcas en los brazos.
eran vacaciones de semana santa del año 2004, habían -pactado ir a los
condominios abandonados de Eco-2000 para grafitear, lo habían hecho ya antes
varias veces siempre de día, jamás de noche, la noche era para que los mayores
hicieran otras cosas. subieron por las escaleras del condominio C, sacaron
sendas latas de las mochilas, las válvulas con el punto naranja (las preferidas
de Omar), y comenzaron la travesura. empezaron con tag, cada quien ponía su
apodo en la pared con la lata llena que había robado Javier, morada, la lata
negra era un Krylon y la querían guardar para hacer la última pieza.
Javier, quien era más habilidoso con la lata comenzó con un carácter que
era una representación burlona de su padrastro con expresiones y rasgos físicos
exageradas. Omar puso la válvula con un punto negro, en la lata y se la paso a
su amigo, - quiero dejarlo así- dijo vetus. ahora eran VETUS e IXOT y tenían
todo el terreno de los condominios para ellos. Quizá solo para ellos. Ixot empezó
agitar el bote krylon para comenzar a usarlo. su carácter no
era su padre sino el profesor de la escuela, esta vez quería pintarlo con
uniforme de policía. la represión que sentía por una figura autoritaria era
grande.
mientras Ixot (Omar) agitaba el bote Vetus (Javier) saco un bote de jugo,
pero con Resistol 5000 que había robado de la ferretería, al tomar el aerosol
le pareció buena idea tomar ese bote también. - ¿Para qué querríamos un bote de
Resistol? - quiso saber ixot. Destaparon el bote y la nariz de ambos fue
golpeada por fuerte olor del pegamento. fuerte pero agradable. esa sensación de
tener ese olor e ir controlándolo apretando el bote para que saliera aire o
pegando la nariz para que el olor fuera más fuerte. ambos lo hicieron un par de
veces. controlaron el olor del pegamento y dejaron el bote en el piso para seguir
pintando la pared. Ixot dibujo un círculo con su bote de pintura negro Vetus lo
relleno con el spray morado.
sentados en la habitación oscura, pues la única ventana que se
encontraba no permitía el paso de la luz del sol y mareados por el olor de la
pintura y el pegamento cinco mil no escucharon cuando alguien subía las
escaleras, entro por el marco donde nunca había estado una puerta, pateó el
bote de Resistol que golpeo uno de los botes de pintura y el estruendo en la habitación
sin amueblar hizo que nuestros amigos voltearan a verlo. Un hombre joven de
aproximadamente 35 años los miraba desde arriba, esta persona no encajaba en el
lugar, un poco fuera de contexto. vestido con un traje negro sin saco solo el
chaleco, una corbata roja que parecía del color de la sangre por el brillo en
su textura, y un sombrero como de mago. miro a Javier y luego a Omar luego volvió
a mirar a Javier y saludó con una sonrisa amplia que se dibujaba en sus labios.
- Solo uno puede venir- dijo - solo uno de los dos vendrá conmigo- se acomodó
la chistera con ambas manos, y los dos amigos vieron un listón rojo como la
sangre que adornaba el sombrero.
Ambos se miraron pues no sabían a que se refería el extraño del traje
negro y corbata roja. El hombre espero unos segundos y apunto hacia la pared
con el circulo morado, que parecía estar en movimiento, pudieron percibir,
ambos amigos, que desde que el extraño de la chistera con el listón rojo, entró
a la habitación podía cerca más claro, la ventana sin marco seguía oscura, pues
no había rayo de sol que entrar a través de ella. Omar pensó en correr,
pero el extraño estaba parado en la puerta, dos niños, dos criaturas de catorce
años, acorralados por un extraño que, probablemente estaba armado o tenía algún
cómplice o cómplices entre los condominios. Javier pensó en que su padrastro
los había seguido, y mandado a uno de sus amigos para darle una lección. Vetus
escupió al piso.
- Quiero que me acompañes tú Javier, podrías entrar conmigo y olvidarte
de... ya sabes Oscar. - dijo el extraño del traje negro y corbata sangre. Lo
sabía pensó me siguió y ahora está abajo esperándome. Volvió a
escupir al piso con el entrecejo fruncido. -Si vienes tú- Volvió la mirada
hacia Omar- quizá Hilda muera de tristeza, pero tú no lo sabrías- tomó aire y
la sonrisa desapareció de su rostro - ¿Quién viene? - mira a los dos
chicos.
-Tu puta madre ira contigo- dijo Javier, esto pareció divertirle a el
extraño, mientras que Omar le tomó la muñeca con su mano.
-No queremos ir señor- le dijo Omar con la voz trémula, su amigo agitó
la mano para soltarse y lo miró.
-No queremos ir y no vamos a ningún lado- miró las latas y el bote de
pegamento -contigo, no queremos tener problemas y tú suéltame, no me estés
agarrando- regañó a su cómplice de travesuras.
- El problema no es quien se vaya, sino el que se queda- la sonrisa se
volvió a colocar en su cara -el que vaya conmigo dejaría de tenerlos.
El extraño que tenía las manos juntas sobre el vientre las separo y se
llevó una mano atrás, con la palma hacia dentro Sacará un arma pensaron
los dos chiquillos Ahora si estoy en problemas los dos al
mismo tiempo como si compartieran el pensamiento. El hombre de la corbata y el
listón en el sombrero volvió a juntar las manos sobre el vientre. Omar dio un
paso hacia atrás. Javier apretó los puños.
-Bien chicos jugaremos adivinar, el que acierte dos de tres acertijos
ira conmigo-
- ¡NO! - dijeron los chicos al unísono. El cuarto se iluminaba cada vez
más y el circulo morado parecía un resplandor en la pared. Parecía que el aire
comenzaba a poner presión en la habitación, como si les apretara solo por estar
parados en medio de lo que nunca fue un dormitorio.
- siempre va por la tierra, sin ensuciarse, ¿qué es?
Silencio.
...
...
Los chiquillos miraban al extraño que, probablemente, tenía un arma en
la espalda. Como si pudiera hablar de manera telepática Javier lo
maldecía, no queremos ir contigo, no te diremos la respuesta respuesta
que no sabía. En su mundo imaginario Omar buscaba la respuesta, debe
ser fácil, vamos se alentaba a sí mismo. El extraño asentía como si pudiera
entender los pensamientos de cada adolescente, leer las facciones no es difícil.
La habitación parecía más iluminada.
...
...
-Chicos les daré solo tres min...
-Callat...
- La sombra - dijo al final Omar, interrumpiendo a Javier, que
interrumpió al hombre de negro. El hombre de negro asintió y formó un círculo
con sus dedos índice y pulgar. Javier lo miraba de soslayo con furia. La habitación
subió un tomo su luminosidad y el circulo morado tulipán, bajo a morado
jacarandá. El extraño dio un aplauso y formó la siguiente pregunta. Ahora
Javier miraba molesto a Omar quien miraba al piso sintiendo vergüenza por haber
contestado y doble culpa por haber acertado la respuesta a la adivinanza.
Javier molesto por la chapuza de Omar lo maldijo en su pensamiento. La
luz morada brillaba más y parecía moverse en espirales a su interior.
- Brazos tengo desiguales- dijo el hombre del traje, extendiendo ambos
brazos al frente, contrajo uno hacia si como haciendo un corte de manga-, y a
mi ritmo se mueven los mortales- bajo sus brazos y los miró. notó la mirada
molesta de Javier, enojo y traición se leía en esa mirada. - tenemos que acabar
rápido, no podemos esperar hasta que caiga el sol-.
Apenado por haber contestado Omar se quedó calladlo, Comenzaba a sentir
la sensación de comezón en la nariz, comenzó a moverla de manera suave, que no
se notara el movimiento, solo para sentir ese estiramiento necesario para
calmar esa sensación de Comezón Especial, como solían llamarle
él y Rodrigo, su psicólogo. comenzó con el movimiento de la nariz, pero parecía
que iba subiendo hasta alcanzar su ojo izquierdo. pronto comenzaría a cerrarlo
y seria difícil evitarlo. no quería decir la respuesta, pero sabía que, si no
lo hacia la molestia de esa comezón especial que comenzó en la
nariz, ahora en el ojo pasaría a su frente y después comenzaría con un dolor de
cabeza que podría mandarlo a la cruz roja de nuevo.
- El reloj - dijo por fin Javier. ya no estaba molesto, de soslayo pudo
notar como su amigo comenzaba a mover la nariz como Samantha en el programa de
Hechizada. eso no le preocupaba por que sabía que podía controlarlo, cuando
comenzaba a cerrar el ojo podía aun hacer algo, así que cuando comenzó a
fruncir el ceño recordó la ocasión que, en clase de biología, antes de un
examen comenzó a ver ese movimiento en su ojo, lo cerraba y lo abría, como en
este momento el circulo morado parecía estar haciendo en la pared. cerraba el
ojo y lo abría, estiraba los músculos para relajarse, pero de pronto comenzó a
mover fruncir el ceño, Omar volteo a donde estaba su amigo, que lo estaba
mirando abrió los ojos como platos dijo que no con una mirada llena de preocupación No
sé qué hacer pensó antes de dejar caer su cabeza sobre el pupitre con
los ojos en blanco. Así que no se lo pensó dos veces para dar la respuesta, la conocía.
Su padrastro había conseguido un estúpido libro de adivinanzas para jugar con
él cuando comenzaba a visitar a su madre a casa -, es el estúpido reloj, todo
esto es tan estúpido - dijo molesto y nuevamente tenía la idea que su padrastro
mando a uno de sus achichincles a seguirlos.
Ahora, la habitación que debía estar oscura resplandecía más, el
epicentro de ese resplandor era el circulo morado que había en medio de la
pared. Por la ventana, aunque no entraba luz, podía verse que el día empezaba a
oscurecer. y los adolescentes seguían encerrados en esta habitación con el
extraño, un extraño que parecía solo querer divertirse con ellos dos y que quizá
trajera un arma en la espalda.
-Siempre llego sin ser invitado- dijo el hombre que había irrumpido en
la habitación mientras los chicos descansaban de sus travesuras. Mas que una
adivinanza parecía una afirmación puesto que de esta manera había llegado, sin
alguna invitación.
sabían la respuesta Javier por el estúpido libro de adivinanzas que
Oscar había conseguido. Omar la conocía porque en el velorio de su abuela
Rosita lo había escuchado Rosa, la abuela murió joven de un ataque al corazón
repentino en medio de una fiesta que se celebraba por el bautizo de su primo
Julio hacía ya 8 años, pero jamás lo olvido, fue un comentario fuera de lugar, pero
lleno de razón. Durante el velorio de la abuela, recordando como había pasado
alguien comento que justo en que la abuela caía al suelo iba llegando Omar, tío
y tocayo de Ixot, comentaba una señora, no pudo distinguir quien, que siempre
llega sin ser invitado. no se referían al tío.
-La muerte- se escuchó en la habitación. Omar y Javier abrieron la boca
al mismo tiempo, el extraño del traje negro quiso sacar la pistola que tría en
la espalda, pero fue tarde. - Corran - gritó Oscar el padrastro de Javier. el
hombre del traje negro cayó al suelo, sorprendido por el impacto que había recibido
en la cabeza con una barra de metal. la habitación comenzó a encandecer y el
circulo morado pareció abrirse jalando hacia él a este sujeto que había llegado
sin ser invitado. Oscar abrazó a los chiquillos aturdidos por el
acontecimiento, lo abrazaron, se miraron, miraron a Oscar que había llegado a
salvarlos y miraron como el circulo se abría y jalaba al extraño del sombrero
que desapareció ante la mirada de los tres.