sábado, 27 de abril de 2024

Una Vez


Mario siempre estuvo enamorado de Sofia, desde que iban juntos en la primaria él la veía y no podía dejar de imaginar una vida a su lado. 

Así que nadie se sorprendió cuando después de diez años sintiendo ese amor de juventud, amor que te incita a pecar, que tratas de controlar pero no se contiene, te llena de ideas que distorsionan la realidad y crees en esos pensamientos irracionales como si fueran un hecho: Si yo hubiera; yo debería... 

Mario fue por sofia. La parca había llegado de manera prematura para interrumpir este amor. 

Subió por la calle Ignicio Allende y dio vuelta por la Ignacio Zaragoza, la calle que cruza en medio del panteón Zaragoza. 

(Déjame sentirte otra vez) pensaba Mario mientras cavaba [Sofia Rubio Ortiz, 1990-2012] (luego yo sigo normal con mi vida). Desde que Sofia murió hacia tres meses, Mario, todas las noches iba am cementerio a visitar la tumba de su amada, asustando así a quienes vivían al rededor del panteón, pues algunas personas llegaron a pensar que era un muerto salido de su fosa. 

- Todos los días rezaba que estuvieras a mi lado - decía en voz trémula - pedía a Dios para poderte ver a mi lado, si fuera por mi te llevaría a todas partes, te llevaria conmigo.

[DEJAME SENTIRTE UNA VEZ] 

Cavó en silencio y se llevó consigo el cuerpo de Sofia, aun con el listón en su cabeza. [ROJO]

Llego al cuarto con la muerta en sus brazos. 

Lo siguiente que hizo fue un absurdo intento de conjunro "estemos juntos por siempre" (Solo tengo tres hotas antes del amanecer, haré esto rápido se que pronto vas a desaparecer) pensaba Mario, perdido en la mirada del cuerpo sin vida el cuerpo casi esqueleto de su novia muerta. 

La mirada tras esas cuencas vacías que una vez fueron los ojos de Sofia lo volvieron a la cordura [¿QUÉ HICISTE?] [¿QUÉ HICE?] [¿qué hicimos?] Preguntaba Mario primero a la muerta, luego a si mismo luego, alzando la copa de whisky con agua tónica se carcajeo. Una risa rompía el silencio del cuarto donde un vivo y una muerta tenían una romántica noche de copas. Sentó a su lado la osamenta fría prendió un cirio fúnebre y durmió, durmieron, para siempre.



domingo, 7 de abril de 2024

Eco 2000


  Caminaban con una lata en la mochila cada uno, Omar la había tomado del taller de su papá, creía que no lo notaría, solo una lata de pintura en aerosol negra -Y medio vacía- se dijo así mismo y la cogió. Javier la había robado de la ferretería, salió corriendo y llego a casa de su amigo.

 -Buenos días Javi- saludo Hilda, la madre de Omar, Javi contestó y espero a que su amigo saliera. Tomaron sus patinetas, caminaron por la calle Gila y dieron vuelta en la Rayón. Patinaron hasta la Santiago blancas y de nuevo tomaron sus patinetas con la mano.

Caminaban con las patinetas al costado. hacia demasiado calor. el sol en su punto máximo sobre el cielo un día despejado, nada de nubes a la vista. nada de comida en el estómago.

desde su primera semana en la secundaria habían conectado. se hizo una amistad con clic inmediato. y dos años después, ahora en el tercer grado eran inseparables. aunque de familias distintas, Javier vivía solo con su madre, su padre los había abandonado y jamás lo conoció, el padrastro, aunque siempre mostraba una sonrisa cuando lo llegaba a ver, era un golpeador, la madre de Javier trataba de ocultarlo "este moretón me lo hice en el trabajo" "este no es un rasguño, me salió alergia por el sol" "ten cuidado cuando bajes las escaleras Omar, mira me pegué en la cara por descuidada". -Una explicación no pedida, es una acusación manifiesta- pensaba Omar, pero no decía nada, la señora siempre lo trató bien, él siempre la veía con los ojos lloros y parecía que ella descansaba cuando su hijo salía a divertirse con él. había problemas en esa familia. problemas que fueron creciendo y después era Javier quien llegaba con moretones a la escuela. el ojo morado y con cientos de escusas para justificar el porte desalineado y las marcas en los brazos. 

eran vacaciones de semana santa del año 2004, habían -pactado ir a los condominios abandonados de Eco-2000 para grafitear, lo habían hecho ya antes varias veces siempre de día, jamás de noche, la noche era para que los mayores hicieran otras cosas. subieron por las escaleras del condominio C, sacaron sendas latas de las mochilas, las válvulas con el punto naranja (las preferidas de Omar), y comenzaron la travesura. empezaron con tag, cada quien ponía su apodo en la pared con la lata llena que había robado Javier, morada, la lata negra era un Krylon y la querían guardar para hacer la última pieza. 

Javier, quien era más habilidoso con la lata comenzó con un carácter que era una representación burlona de su padrastro con expresiones y rasgos físicos exageradas. Omar puso la válvula con un punto negro, en la lata y se la paso a su amigo, - quiero dejarlo así- dijo vetus. ahora eran VETUS e IXOT y tenían todo el terreno de los condominios para ellos. Quizá solo para ellos. Ixot empezó agitar el bote krylon para comenzar a usarlo. su carácter no era su padre sino el profesor de la escuela, esta vez quería pintarlo con uniforme de policía. la represión que sentía por una figura autoritaria era grande. 

mientras Ixot (Omar) agitaba el bote Vetus (Javier) saco un bote de jugo, pero con Resistol 5000 que había robado de la ferretería, al tomar el aerosol le pareció buena idea tomar ese bote también. - ¿Para qué querríamos un bote de Resistol? - quiso saber ixot. Destaparon el bote y la nariz de ambos fue golpeada por fuerte olor del pegamento. fuerte pero agradable. esa sensación de tener ese olor e ir controlándolo apretando el bote para que saliera aire o pegando la nariz para que el olor fuera más fuerte. ambos lo hicieron un par de veces. controlaron el olor del pegamento y dejaron el bote en el piso para seguir pintando la pared. Ixot dibujo un círculo con su bote de pintura negro Vetus lo relleno con el spray morado.

sentados en la habitación oscura, pues la única ventana que se encontraba no permitía el paso de la luz del sol y mareados por el olor de la pintura y el pegamento cinco mil no escucharon cuando alguien subía las escaleras, entro por el marco donde nunca había estado una puerta, pateó el bote de Resistol que golpeo uno de los botes de pintura y el estruendo en la habitación sin amueblar hizo que nuestros amigos voltearan a verlo. Un hombre joven de aproximadamente 35 años los miraba desde arriba, esta persona no encajaba en el lugar, un poco fuera de contexto. vestido con un traje negro sin saco solo el chaleco, una corbata roja que parecía del color de la sangre por el brillo en su textura, y un sombrero como de mago. miro a Javier y luego a Omar luego volvió a mirar a Javier y saludó con una sonrisa amplia que se dibujaba en sus labios. - Solo uno puede venir- dijo - solo uno de los dos vendrá conmigo- se acomodó la chistera con ambas manos, y los dos amigos vieron un listón rojo como la sangre que adornaba el sombrero.

Ambos se miraron pues no sabían a que se refería el extraño del traje negro y corbata roja. El hombre espero unos segundos y apunto hacia la pared con el circulo morado, que parecía estar en movimiento, pudieron percibir, ambos amigos, que desde que el extraño de la chistera con el listón rojo, entró a la habitación podía cerca más claro, la ventana sin marco seguía oscura, pues no había rayo de sol que entrar a través de ella. Omar pensó en correr, pero el extraño estaba parado en la puerta, dos niños, dos criaturas de catorce años, acorralados por un extraño que, probablemente estaba armado o tenía algún cómplice o cómplices entre los condominios. Javier pensó en que su padrastro los había seguido, y mandado a uno de sus amigos para darle una lección. Vetus escupió al piso. 

- Quiero que me acompañes tú Javier, podrías entrar conmigo y olvidarte de... ya sabes Oscar. - dijo el extraño del traje negro y corbata sangre. Lo sabía pensó me siguió y ahora está abajo esperándome. Volvió a escupir al piso con el entrecejo fruncido. -Si vienes tú- Volvió la mirada hacia Omar- quizá Hilda muera de tristeza, pero tú no lo sabrías- tomó aire y la sonrisa desapareció de su rostro - ¿Quién viene? - mira a los dos chicos. 

-Tu puta madre ira contigo- dijo Javier, esto pareció divertirle a el extraño, mientras que Omar le tomó la muñeca con su mano.

-No queremos ir señor- le dijo Omar con la voz trémula, su amigo agitó la mano para soltarse y lo miró. 

-No queremos ir y no vamos a ningún lado- miró las latas y el bote de pegamento -contigo, no queremos tener problemas y tú suéltame, no me estés agarrando- regañó a su cómplice de travesuras.

- El problema no es quien se vaya, sino el que se queda- la sonrisa se volvió a colocar en su cara -el que vaya conmigo dejaría de tenerlos.

El extraño que tenía las manos juntas sobre el vientre las separo y se llevó una mano atrás, con la palma hacia dentro Sacará un arma pensaron los dos chiquillos Ahora si estoy en problemas los dos al mismo tiempo como si compartieran el pensamiento. El hombre de la corbata y el listón en el sombrero volvió a juntar las manos sobre el vientre. Omar dio un paso hacia atrás. Javier apretó los puños. 

-Bien chicos jugaremos adivinar, el que acierte dos de tres acertijos ira conmigo-

- ¡NO! - dijeron los chicos al unísono. El cuarto se iluminaba cada vez más y el circulo morado parecía un resplandor en la pared. Parecía que el aire comenzaba a poner presión en la habitación, como si les apretara solo por estar parados en medio de lo que nunca fue un dormitorio. 

- siempre va por la tierra, sin ensuciarse, ¿qué es?

Silencio. 

...

...

Los chiquillos miraban al extraño que, probablemente, tenía un arma en la espalda. Como si pudiera hablar de manera telepática Javier lo maldecía, no queremos ir contigo, no te diremos la respuesta respuesta que no sabía. En su mundo imaginario Omar buscaba la respuesta, debe ser fácil, vamos se alentaba a sí mismo. El extraño asentía como si pudiera entender los pensamientos de cada adolescente, leer las facciones no es difícil. La habitación parecía más iluminada. 

...

...

-Chicos les daré solo tres min...

-Callat...

- La sombra - dijo al final Omar, interrumpiendo a Javier, que interrumpió al hombre de negro. El hombre de negro asintió y formó un círculo con sus dedos índice y pulgar. Javier lo miraba de soslayo con furia. La habitación subió un tomo su luminosidad y el circulo morado tulipán, bajo a morado jacarandá. El extraño dio un aplauso y formó la siguiente pregunta. Ahora Javier miraba molesto a Omar quien miraba al piso sintiendo vergüenza por haber contestado y doble culpa por haber acertado la respuesta a la adivinanza. 

Javier molesto por la chapuza de Omar lo maldijo en su pensamiento. La luz morada brillaba más y parecía moverse en espirales a su interior.

- Brazos tengo desiguales- dijo el hombre del traje, extendiendo ambos brazos al frente, contrajo uno hacia si como haciendo un corte de manga-, y a mi ritmo se mueven los mortales- bajo sus brazos y los miró. notó la mirada molesta de Javier, enojo y traición se leía en esa mirada. - tenemos que acabar rápido, no podemos esperar hasta que caiga el sol-.

Apenado por haber contestado Omar se quedó calladlo, Comenzaba a sentir la sensación de comezón en la nariz, comenzó a moverla de manera suave, que no se notara el movimiento, solo para sentir ese estiramiento necesario para calmar esa sensación de Comezón Especial, como solían llamarle él y Rodrigo, su psicólogo. comenzó con el movimiento de la nariz, pero parecía que iba subiendo hasta alcanzar su ojo izquierdo. pronto comenzaría a cerrarlo y seria difícil evitarlo. no quería decir la respuesta, pero sabía que, si no lo hacia la molestia de esa comezón especial que comenzó en la nariz, ahora en el ojo pasaría a su frente y después comenzaría con un dolor de cabeza que podría mandarlo a la cruz roja de nuevo. 

- El reloj - dijo por fin Javier. ya no estaba molesto, de soslayo pudo notar como su amigo comenzaba a mover la nariz como Samantha en el programa de Hechizada. eso no le preocupaba por que sabía que podía controlarlo, cuando comenzaba a cerrar el ojo podía aun hacer algo, así que cuando comenzó a fruncir el ceño recordó la ocasión que, en clase de biología, antes de un examen comenzó a ver ese movimiento en su ojo, lo cerraba y lo abría, como en este momento el circulo morado parecía estar haciendo en la pared. cerraba el ojo y lo abría, estiraba los músculos para relajarse, pero de pronto comenzó a mover fruncir el ceño, Omar volteo a donde estaba su amigo, que lo estaba mirando abrió los ojos como platos dijo que no con una mirada llena de preocupación No sé qué hacer pensó antes de dejar caer su cabeza sobre el pupitre con los ojos en blanco. Así que no se lo pensó dos veces para dar la respuesta, la conocía. Su padrastro había conseguido un estúpido libro de adivinanzas para jugar con él cuando comenzaba a visitar a su madre a casa -, es el estúpido reloj, todo esto es tan estúpido - dijo molesto y nuevamente tenía la idea que su padrastro mando a uno de sus achichincles a seguirlos.

 

Ahora, la habitación que debía estar oscura resplandecía más, el epicentro de ese resplandor era el circulo morado que había en medio de la pared. Por la ventana, aunque no entraba luz, podía verse que el día empezaba a oscurecer. y los adolescentes seguían encerrados en esta habitación con el extraño, un extraño que parecía solo querer divertirse con ellos dos y que quizá trajera un arma en la espalda. 

-Siempre llego sin ser invitado- dijo el hombre que había irrumpido en la habitación mientras los chicos descansaban de sus travesuras. Mas que una adivinanza parecía una afirmación puesto que de esta manera había llegado, sin alguna invitación. 

sabían la respuesta Javier por el estúpido libro de adivinanzas que Oscar había conseguido. Omar la conocía porque en el velorio de su abuela Rosita lo había escuchado Rosa, la abuela murió joven de un ataque al corazón repentino en medio de una fiesta que se celebraba por el bautizo de su primo Julio hacía ya 8 años, pero jamás lo olvido, fue un comentario fuera de lugar, pero lleno de razón. Durante el velorio de la abuela, recordando como había pasado alguien comento que justo en que la abuela caía al suelo iba llegando Omar, tío y tocayo de Ixot, comentaba una señora, no pudo distinguir quien, que siempre llega sin ser invitado. no se referían al tío. 

-La muerte- se escuchó en la habitación. Omar y Javier abrieron la boca al mismo tiempo, el extraño del traje negro quiso sacar la pistola que tría en la espalda, pero fue tarde. - Corran - gritó Oscar el padrastro de Javier. el hombre del traje negro cayó al suelo, sorprendido por el impacto que había recibido en la cabeza con una barra de metal. la habitación comenzó a encandecer y el circulo morado pareció abrirse jalando hacia él a este sujeto que había llegado sin ser invitado. Oscar abrazó a los chiquillos aturdidos por el acontecimiento, lo abrazaron, se miraron, miraron a Oscar que había llegado a salvarlos y miraron como el circulo se abría y jalaba al extraño del sombrero que desapareció ante la mirada de los tres.


sábado, 13 de enero de 2024

La Niebla


El día comenzaba para Javier, afuera una densa niebla no permitía ver más allá de cuatro metros. Un dolor de cabeza empezaba también a dar señales de que sería un mal día. Al salir de casa a las cinco con quince minutos, la madrugada del jueves, tres dias antes de terminar el 2023, Javier tomo dos cafiaspirinas para poder aguantar el dolor de cabeza que apenas iniciaba, pero iba incrementando a cada minuto, la niebla cubría cada calle de la ciudad, el dolor de cabeza bajaba a cubrir cada pensamiento de Javier, el materialista de los ojos grises. Salió de casa. La densa niebla agravaba sus afecciones respiratorias y le era cada vez más difícil moverse en la oscuridad de la madrugada. Se encaminó por la calle Rufino Tamayo, donde esperaba el camión que lo llevaría su empresa para pasar doce largas horas de turno laboral. El camino para tomar el camión iniciaba en la calle Salvador Dali, caminaba dos calles hasta llegar a la calle Pedro Coronel, donde se encaminaba con dirección al noreste (atravesando el parque Rufino Tamayo), hasta llegar a la Rufino, de ahí caminaba cuatro calles al sur hasta llegar ala Avenida Yepomera donde lo esperaba el camión. Al dar la primera vuelta se estremeció por el sonido de un barandal recorriéndose sobre su raíl. la niebla era más densa y el dolor de cabeza más fuerte. Avanzaba ahora por la Pedro Coronel y antes de llegar al parque (donde varios trabajadores se cruzaban y saludaban), no vio a nadie, bueno, algo normal, con la niebla de este jueves, el jueves de los inocentes. Dio los buenos días sin esperar respuesta. No la hubo. De momento. Casi al salir del parque se volvió a estremecer con el chirrido de un columpio sobre sus goznes y la herrumbrada cadena que lo sostenía. Al mismo tiempo de ese chirrido en su espalda, un frío aire le paso por la nuca con un susurrante buenos días. Giró sobre sus talones. Nada. Nadie. Siguió adelante con el viento gélido hasta llegar a la Rufino. - Buenos días-, volvió a escuchar ahora más claro. Esta vez no se estremeció. Simplemente devolvió el saludo. La niebla más densa el dolor de cabeza avanzaba, y la dificulta para respirar aumentaba a cada paso. -Buenos días, Kid- dijo la niebla desde ningún lado - ¿Quién eres?- quiso saber Javier desde los tiempos de la secundaria cuando iniciaba en las pandillas, quería que le dijeran así, Kid. El chico, asalto a varias personas en esa misma calle que ahora caminaba. Agazapado detrás de la última palmera antes de salir del parque, salía con una navaja de barbero. Una navaja grande y afilada cortando para después amenazar, robar y correr. -Hola Kid- volvió a decir la niebla desde todos lados. Desde ninguno. Al frente una navaja de barbero brillo entre la niebla. Era una navaja pero nueva, con mango de plástico. No de madera. -¿que chingados quieres, quién chingados eres?, cabrón, sal- pero no había nadie, nadie que pudiera ver, solo la densa niebla y el dolor de cabeza que casi podía verlo, más que sentirlo. Sintió un frío aire que entro por debajo a la altura del tendón de Aquiles en la pierna izquierda. La navaja ya no estaba frente a él, ahora tirada a un lado de su pierna y el frío entraba por un corte en el pantalón justo donde sentía el frío, la sangre corría por su pierna. - ¿ya no eres tan bravo ahora Kid? ¿Cuántos años pasaron, veinte? -¿qué putas quieres? - Todo Kid- ahora Kid reconocía la voz, la voz del Yesca. -Entonces se fue y regreso- Pensaba Kid -se fue cuando pensaba que habíamos terminado, el día que del susto la señora cayó y no se movía-. - No la matamos, Adrián- le dijo a la niebla, y el dolor de cabeza crecía casi podía tocarlo - solo se desmayó, éramos unos niños, pensamos que había muerto, pero no fue así- - No vengo por eso, Javis- susurraba Yezca, ahora una silueta frente a Javier - Siempre quisiste ser superior a mí- (no era cierto) - Al final de la semana tú te quedabas con lo mejor ¿Qué me dejabas a mí?- Ahora el frío entraba por el costado de su cuerpo, un corte limpio cortó la chamarra, sudadera y camisa de Javier el Kid. Adrián hablaba en voz baja. Quiso cortar de nuevo ahora en el hombro, pero Kid lo detuvo, sabía que corte era el siguiente. Primero en el pie. Luego en el abdomen, el tercero en el hombro. Detuvo el corte en el hombro, pero con su mano, la navaja de barbero hizo un corte a lo largo de la mano de Javier, cortando los tendones, los dedos bajaron sin voluntad, esos dedos no volverían a subir motu proprio. Empujo el brazo de Adrián y la navaja cayó y se quebró del lado del mango de plástico. Ambos corrieron en sentidos opuestos. Primer corte, antes de amenazar. Segundo corte mientras se apropian de los objetos ajenos. Tercer corte y corremos.

domingo, 14 de agosto de 2022

Bax

Cuando Julio encontró a Bax muerto, entendió lo de los gorriones que habían invadido el patio trasero de su casa. 

 

¿Psicosis? pensabano, no es psicosis.

 

Bax, el Beagle que había encontrado junto a su novia, ocho años atrás cuando regresaban a casa después de un viaje por carretera. Ahora muerto en el rincón del patio trasero ¿Por qué no lo había visto antes? El olor de un perro muerto es insoportable durante el verano y un verano donde las temperaturas suben hasta alcanzar los cuarentaicinco grados en la escala de los centígrados.

Ahora muerto al lado de su casita de madera un poco gastada por los siete años que la Bax la ocupó.

 

Psicotrópico. No, psicotrópico no es

 

Era un saco de huesos cuando lo encontraron. Rocío lo vio primero, detrás de un montículo de tierra formado dentro de un terreno entre dos casas. Julio fue a por él y Perro-Callejero ni si quiera se esforzó en escapar de las manos de su futuro dueño. Bueno en ese momento no pensaba en ser dueño de Perro-Callejero, solo quería rescatarlo habían pensado en ponerlo en adopción, vacunarlo y ponerlo en adopción.

Vacunarlo, bañarlo y ponerlo en adopción.

Vacunarlo, bañarlo, esterilizarlo y ponerlo en adopción.

Ponerlo en adopción seguía siendo el final del plan para con Perro-Callejero, pero sabemos que siempre mentimos mejor, cuando nos mentimos a nosotros mismos.

 

¿Psicótico? No, Psicótico no

 

Pasaron aproximadamente dos horas y ahora Perro-Callejero paso a ser Baxtter Bernardo el Beagle. Bax para los amigos.

¿Psicofonía? Probablemente, pero no. psicofonía no es

 

Dos meses atrás había llegado el primer gorrión al patio de Julio. Por su puesto que no lo notó ¿Quién nota la presencia de un chilero? Todos los días vemos muchas aves de este tipo en todas partes. Así que ver un gorrión fue algo que Julio pasó desapercibido. Ni cuando llegaron tres ni cuando llegaron cinco o cuando al cambiar el agua del bote rojo de Bax, aventándola hasta el fondo del patio, volaron alrededor de quince gorriones para no ser bañadas con el agua. Aun ahí no se había dado cuenta que cada día aparecían uno o dos gorriones mas en su patio.

 

¿ Psicrolítico? No, psicrolítico no, esa palabra ni existe

Llenar el plato de comida de Bax era más complicado cada mañana, ya que con cada a amanecer parecía que hubiera veinte aves nuevas en el patio, en el techo, en los cables para tender la ropa, en el tejaban para cubrir la herramienta, en el piso, sobre la ventana. Gorriones por todos lados. Psicoanalítico pensaba Julio no psicoanalítico no es, estoy cerca lo sé. Julio no se había sentido bien desde que Chio hizo sus maletas. Ahora no recordaba cuando había sido la última vez que había salido de casa, y no sabía si algún día lo volvería a hacer. Jaja tengo suficiente despensa para pasar todo el maldito verano, el otoño y quizá el invierno aqui. Bax tiene suficiente comida para que YO pase todo lo que resta del puto año aquí. Vete al diablo Chio. Vete al diablo.

 

Psicotomo es un canal de YouTube, pero estoy seguro que es algo así, ya mero Julio, ya mero

 

En realidad, Julio solo escuchaba a Bax correr por el patio, pero ¿de verdad era él quien corría? Bueno, llenaba su plato en la mañana, y por las tardes volvía a agregar un poco más de croquetas, pero ¿verlo comer? verlo comer hacia días que no lo veía comer ¿desde cuándo no te he visto, maldito perro?

Chio se marchó a principios del verano, hoy toca un verano sin ti.

Entonces ¿Cuándo había sido la ultima vez que Julio vio a Bax? Salió a buscarlo, pero la mirada de alrededor de ciento cincuenta gorriones con sus pequeños ojos lo intimidaron y decidió volver dentro. Tomo de nuevo el libro que estaba leyendo miro por encima de las letras, en verdad no tenia ganas de leer nada acerca de un hombre que su vida se ha hecho solitaria y se compara a si mismo con un lobo de la estepa, un lobo estepario.

¿Psicolobo? Pensaba burlonamente no creo que sea eso

Salió de nuevo en busca de Baxter Bernardo el Beagle y nueva mente aparecieron los ciento cincuenta o doscientos gorriones amenazándolo con esos trecientos o cuatrocientos ojos, siguiéndolo con la mirada a cada paso que daba, acosándolo, intimidándolo. Caminó hasta la esquina, donde el patio daba vuelta desde ahí vio a Bax al lado de su casa, miro el plato y estaba lleno -no has venido a comer, debes tener sed y no hambre- siguió adelante para invitarlo a correr como en los viejos tiempo.

– Psicopompos – Grito y giro sobre sus pies – son psicopompos– les gritaba, asustado, a los gorriones – pero solo es un perro ¿Qué hacen aquí? –.

Corrió a su cuarto, cerrado con seguro, no quería que Chio entrara, si acaso intentaba volver, o pensaba en hacerle un poco más difícil encontrarlo colgado en su habitación.

 

Psicopompos Ahora todo estaba claro son psicopompos y vienen por mi

Camino hasta donde estaba Bax acostado ahora huesos sin saco, solo huesos los tomo entre las manos y acompaño a los gorriones.



jueves, 17 de febrero de 2022

cambio de horario.

Fue durante la noche del cambio de horario de invierno de 2007, la casa donde vivía era de solo dos habitaciones por lo que mis dos hermanos y yo dormíamos en el mismo cuarto. Durante la noche platicábamos hasta altas horas de la madrugada, siempre diferentes temas de conversación, deportes, política, religión, historia, a veces solo recordando sucesos de cuando éramos niños. Mi hermano más pequeño es doce años menor que yo así que él era el primero en dormirse (yo compartía cama con él) y mi hermano mayor y yo seguíamos platicando. 
A veces (seguido) los vecinos de al lado hacían fiestas con cualquier pretexto para ponerse a tomar cada fin de semana con la música muy alta, esa noche no era la excepción. 
Cerca de la media noche me fui a acostar, mi hermano más chico ya estaba dormido y el mayor estaba terminando de leer algún libro. Apagué la luz y comenzamos a platicar, no pasó mucho tiempo y la conversación se puso interesante, pero el sueño me empezaba a ganar, hice todo mi esfuerzo para mantener mi estado de vigilia y lo logré. Los vecinos que tenían la música muy alta de pronto dejaron de hacer aquel escándalo, y todo estaba muy silencioso, sí podía oír el silencio. 
Le pregunté a mi hermano si no se le hacía raro que la música dejara de sonar e hice un comentario en tono de burla "quizá ya se pelearon otra vez". Espere la respuesta de mi hermano, pero me contesto con silencio. Hice otra pregunta sobre el tema de esa noche y de nuevo silencio, entonces imaginé que ya estaba dormido y quise hacer lo mismo. En vano me había esforzado por no quedarme dormido, pensé. Pasé alrededor de veinte minutos con los ojos tan abiertos como un búho en la oscuridad esperando su presa, pensando cosas que jamás sucederán e imaginando conversaciones que quizá nunca tendré. el silencio seguía siendo tan fuerte que empezaba a lastimar mis oídos. 
Me levanté, pensé en asomarme a la calle a ver si podía ver a mis vecinos peleando pero en ese momento me di cuenta que no podía oír los ruidos típicos de la noche: perros ladrando a la nada, algún carro pasando por la avenida, alguna sirena de policía o simplemente un grillo haciendo lo suyo, ¡Nada! Empecé a tener miedo, intenté despertarme, hacer el esfuerzo de pensar, “estoy soñando y tengo que despertar” pero no lo conseguía mi reloj biológico me decía que ahora habían pasado alrededor de cuarenta minutos. 
Me levanté y fui a la ventana solo pude ver un auto con las luces prendidas, toda la calle era tan silenciosa. Regrese al cuarto con intención de hablar a mi hermano a ver si con el ruido que hice al levantarme se había despertado, tanto silencio me estaba asustando, me paré en el umbral de la puerta para pronunciar unas palabras pero en eso lo noté, en mi recorrido de la cama hacia la ventana mis pasos no hicieron ruido alguno, cerré los ojos y pensé que quizá había perdido el sentido del oído, quizá era eso, imaginé como seria ahora mi vida sin poder escuchar nada, sólo tenía diecisiete años y ya no podría oír la música que tanto me gusta, no podría oír la voz de mi mamá, no habría más pláticas con mis hermanos durante las noches de insomnio. 
Aún con los ojos cerrados sentía como las lágrimas se acumulaban y rodaban sobre mi cara, sentía como mi respiración era más fuerte, pero no podía escuchar nada. Me dirigí a la cama, mis ojos abnegados en lágrimas miraban hacia la nada en la oscuridad, de nuevo el sueño llegaba a mí, llegaba el sueño, pero ningún ruido. Cerré los ojos, los abrí de nuevo y pude oír de nuevo la música y el alboroto de mis vecinos, mi hermano seguía platicando como si nunca hubiéramos dejado esa conversación. Me levanté de nuevo a revisar mi celular y vi que era la 1:00 am. No le dije nada de lo ocurrido a mi hermano esa noche, ni alguna otra. Quiero pensar que fue mi sueño más prolongado y vívido que he tenido durante un segundo y no pensar qué, me toco estar atrapado en el tiempo durante una hora, la hora en que el reloj volvía a su hora natural.

sábado, 13 de noviembre de 2021

La bruja de la tercera

Cuando estaba en la primaria había un compañero que se llamaba "Pedro" no diré su nombre por la seguridad de su familia.

Pedro iba conmigo en desde primer año de primaria hasta tercero, cuando murió después de estar enfermo casi cuatro meses. Era un niño con sobrepeso y muchos niños se burlaban de su físico. No era mi amigo, pero yo sentía un poco de empatía con él ya que yo tampoco tenía muchos amigos, nunca fui popular ni muy social. Casi a finales del segundo año me decía que su vecina era una bruja y que le tenía mucho miedo. Miedo a que les hiciera algo a él o a su familia. Al final la señora resultó que si, en verdad era una bruja y desapareció como tal.

 

Cuando inició el tercer año de primaria yo veía que "pedro" había bajado un poco de peso, bueno, fueron dos meses de vacaciones y muchos niños se van de vacaciones, pero algunos se quedan a trabajar para ayudar a sus papás, ya sea con labores de la casa o alguno un trabajo para generar más ingresos y ayudar económicamente, este era el caso de "pedro" algunos niños comentaban que sus padres eran unos abusones por ponerlo a trabajar tan chico, "es solo un niño" decían.

 

En una ocasión se acercó a mí, fue un poco antes del desfile de la independencia de México, y me dijo que no, su vecina no era para nada una bruja, que ahora eran amigos y que de hecho estaba trabajando con ella para ayudarle a sus papás con los gastos de la casa. "Incluso me está ayudando con mi peso" dijo pedro mientras se tocaba la panza con ambas manos, dando unos golpes suaves como si de un tambor se tratara.

 

Paso el desfile de la independencia, luego los bailables por la revolución y ahora "Pedro" se veía más delgado, incluso dos niñas, Yolanda y Claudia, las más populares del tercer año se pelearon porque ambas querían ser acompañante de "Pedro" en el tradicional baile en esa ocasión habían elegido "La Segunda de Rosales" para bailar.

 

Para cuando llego diciembre (y sus posadas) pedro tenía un físico más que delgado, ahora se veía más cansado, siempre con ojeras, parecía que estaba trabajando mucho o quizá había empezado a meneársela y se había convertido en un hábito. Su madre había empezado a preocuparse y le prohibió seguir "trabajando con Elizabeth, La bruja de la tercera, como ya algunos niños en la primaria solíamos llamarla. Pero pedro se negaba a dejar de trabajar con ella decían que tenía que ayudarlos y que desde que ella le preparaba el desayuno y la cena se sentía mejor con su cuerpo, "No quiero comer esa comida chatarra que siempre comía contigo" le decía pedro a su madre, ya que como ambos padres trabajan siempre dejaban dinero para que los hermanos mayores compraran gorditas o burritos para el desayuno, y pizza o hamburguesas para la cena "Ahora estoy comiendo bien, me siento mejor,  y con las vitaminas que Liza me da ahora me siento con más energía.  Y tenía razón mientras sus hermanos seguían con problemas de sobre peso, Pedro pasó de ser un "Come Lonches" a ser un "Carita" en menos de tres meses, pero ahora para diciembre su aspecto macilento le había quitado ese título de "Carita".

 

Para el intercambio de regalos por el día del amor y la amistad, las niñas del grupo no sabían cómo dejarlo fuera, ya que ahora tenía un aspecto cadavérico. Es impresionante que tan crueles pueden ser los niños de esa edad. Pero no hubo necesidad de dejarlo fuera, ya que a principios de febrero dejó de asistir a clases ya que no tenía fuerzas para levantarse de la cama. Yo no lo vi pero la maestra de nuestra clase fue a visitarlo y una ocasión durante el receso escuche mientras ella le comentaba a la maestra del otro curso de tercer año, como era su aspecto "Parece una esqueleto" decía mi maestra "Quizá se está drogado con algún solvente, por que de verdad está muy mal, su piel es gris y los ojos amarillos, el cabello cenizo" creo que tuve pesadillas en algunas ocasiones, solo de imaginar el aspecto del que una vez fue mi amigo Pedro.

 

Su familia no contaba con los recursos para internarlo en algún hospital así que fue en su casa donde pasó los últimos días, algunos niños, llenos de morbo, pasábamos en nuestras bicicletas, por la casa de pedro solo porque los niños más grandes nos decían que se escuchaban los gritos de dolor del pobre niño. Hacíamos como si alguno de nosotros se nos había caído la cadena de la bicicleta o necesitaba una reparación justo delante de la casa a ver podíamos oír sus gritos, pero después nos enteramos que era mentira ya que Pedro no tenía la fuerza para pronunciar palabra alguna.

 

Estábamos ahí frente a su casa, cuando la vi, a la bruja, a Elizabeth, la bruja de la tercera. Ella subía las escaleras exteriores para subir a su apartamento, llevaba algunas latas en la mano. La miré, y me miró, y sentí algo, esa tarde fría de marzo de 1998, a mis ocho años de edad, no sabía mucho de lenguaje no corporal, ahora soy psicoterapeuta y podría interpretar más, pero en su mirada no había expresión alguna.  La Mujer-bruja. No sentía nada, el niño que ella había "casi adoptado" se estaba muriendo dos casas al lado y una enfrente, como el movimiento de un caballo en el ajedrez, Pedro se estaba muriendo y ella no le importaba, nunca se supo que ella apoyara a sus padres, esto lo supe después, ni lo visitaba, nada.

 

Para cuando el curso de tercer año llegaba su fin, los padres de pedro llegaron a hablar con el director de la escuela. Nos pidieron ayuda porque pedro había muerto la noche anterior mientras dormía. 

 

Esa misma noche la bruja desapareció, como cualquier bruja lo haría, la autopsia del niño reveló que durante algún tiempo había sido envenenado, pero como sus padres nunca lo llevaron a un doctor, quizá por miedo a las preguntas que pudieran hacer, o quizá solo porque no tenían los recursos económicos para hacerlo, nunca lo supieron.

 

La bruja se fue de esa casa y ya nunca se supo más de ella, aunque no era una bruja como las conocemos en películas o cuentos, los niños de mi barrio siempre le tendrán miedo a la bruja que asesino a un niño inocente.


martes, 3 de noviembre de 2020

La Segunda de Ugarte


La calle era la Segunda de Ugarte, yo caminaba de regreso a casa después de ir al cine con mi novia, eran aproximadamente las doce de la noche. Era noche de luna nueva y debido a la porquería de iluminación que hay en la ciudad, estaba muy oscuro que apenas si podía ver. Tropecé un par de veces debido a las imperfecciones de la banqueta. La segunda ocasión mi celular cayo de mis manos y casi cae al suelo, pero alcance a frenarlo con un movimiento rápido de mi pie izquierdo. Escuche la risa de un niño que me hizo estremecer ya que no se había escuchado nada hasta ese momento. Traté de fingir una risa, pero nadie hizo algún ruido y eso solo fue el comienzo del horror que viví esa noche.
Seguí caminando hasta llegar al callejón Victoria donde vi una silueta moverse, era demasiado diminuto como para ser un niño jugando en la calle a esa hora de la noche. Cuando llegue a la esquina pensé que vería una pandilla de niños jugando y uno de ellos había corrido al verme, pero no fue así lo que me encontré fue un par de círculos amarillos que me miraba fijamente. Era un gato blanco con manchas negras y amarillas que se encontraba a la mitad de aquel oscuro callejón, debido a su tono tricromático supe que se trataba de un gato hembra. Me acerque para acariciarlo, el gato no se movió y se me hizo un poco raro, ya que por regular los gatos huyen cuando alguien se acerca demasiado. Pensé que quizá era un gato de hogar y que esa noche el dueño no lo espero a dormir y el gato no tuvo mas remedio que dormir en la calle, quizá al día siguiente olería a humo de chimenea y el dueño tendría que darle un baño.

Me pare un paso (quizá dos) antes de poder acariciarlo y vi que me miraba fijamente luego miro detrás de mi y de nuevo puso su mirada en mí como invitándome a mirar algo de tras de mí. No vi nada. Gire mi cabeza de nuevo a donde se encontraba el gato pensando que ya no lo vería, pero ahí estaba, como insistiendo que mirara algo repetí el movimiento, pero de nuevo no mire nada. Cuando volteé hacia el gato, este emprendió una lenta marcha, paso por mi y siguió caminando, viro su diminuta cabeza y miro de nuevo al frente como indicándome el camino.

 La seguí. Entramos al callejón y pude distinguir, gracias al destello que hizo una lampara, a un grupo de tres niños de aproximadamente seis y ocho año que jugando al final del callejón, uno de ellos era una niña, traía un vestido blanco . ¿Qué raro, es muy tarde para que tres niños estén solos a esta hora? Pensé, pero quizá sus padres estaban cerca cuidando de ellos a través de alguna ventana. Seguí caminando.

Ahora la niña del vestido blanco tenia al gato en sus manos, lo levanto como si se tratase de la presentación del hijo del rey de la selva en aquella película de Disney, los niños dieron un paso al frente y se pararon frente a ella. La lampara volvió a destellar y pude notar que en el suelo entre los dos niños y la niña se encontraba algo escrito pero no pude distinguir de que se trataba. La niña bajo al los brazos y luego los alzo de nuevo con un movimiento brusco. Los dos niños alzaron sus brazos extendieron sus manos mostrando sus palmas, uno de ellos tenia la mano... solo pude ver dos dedos en ella, era el pulgar y el otro era como un pico deforme por la unión de tres dedos. Parecía una especie de tenaza. la niña del vestido blanco hizo de nuevo el movimiento brusco y el gato se sacudió de nuevo, con una mirada de miedo y tristeza.

Los dos niño miraron al suelo, bajaron y alzaron de nuevo sus manos. el destello de luz de la lampara me permitió ver que era lo que estaba escrito en el suelo, eran palabras sin sentido, palabras que jamas había visto, palabras que tan solo de intentar leerlas era un castigo, llena de consonantes y pocas vocales. los niños mirando al suelo susurraban algo que no alcancé a escuchar quizá intentando leer las palabras escritas en el suelo de aquel oscuro callejón Victoria. La niña volvió a sacudir al gato y los niños dieron un paso atrás. Entonces la niña del vestido con el gato en sus manos lo puso frente a ella para luego moverlo de a la izquierda como enseñándolo al niño que tenia la tenaza de mano, luego a la derecha como presentándolo con el otro niño, este parecía un poco mayor. lo levanto nuevamente ahora con un movimiento no tan brusco, el niño que era mayor levanto algo del suelo, un reflejo me hizo comprender que se trataba de un cuchillo que parecía viejo, el mango era de metal y parecia que tenia algo grabado. Lo levanto como si quisiera cortar algo que estaba justo encima de él. Ahora un destello de luz y pude ver las las palabras con mas claridad, esas palabras tan fuertes en mayúsculas y llenas de consonantes que era imposible pronunciarlas: MHLYUM, SLVTORE, UHMBRHA, CHTUL... VRMS. Pude ver que no solo en el piso se encontraba escrito sino en todo al rededor: en la pared del callejón, en las casas, en las ventanas, tambos de basura.

La niña del vestido volvió a poner el gato frente a ella, el niño tenaza puso su mano de bajo del felino y el niño que era mayor corto la cabeza el animal. El chorro de sangre cayo sobre la tenaza el niño. La cabeza del gato rodó hasta quedar frente a mí con los ojos abiertos, esos ojos amarillos que aun veo en mis sueños.
Quise correr pero mis piernas no me respondían, la niña tiro el cuerpo del gato al suelo donde un charco de sangre lo esperaba el niño levanto su tenaza y los otros dos la miraron como esperando que pasara algo. Corrí por donde había llegado, tropecé, pero no escuche nada, solo la risa de un niño, pensé que uno de ellos me había escuchado y venia hacia mí. Me levante y mira hacia atrás, no había nada, solo un gato que me miraba fijamente, un par de pequeños ojos amarillos de un gato blanco, un gato blanco con manchas amarillas y negras. Era una gata.